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Murieron camino al mar

Murieron camino al mar: celebraban un cumpleaños, pero un tráiler los arrojó al vacío en la Córdoba-Veracruz


Por José Herrera
Domingo 13 de julio de 2025 | Cuautlancingo, Pue.

Querían celebrar una vida, pero terminaron sepultando tres. Una familia originaria de Cuautlancingo, Puebla, sufrió un trágico accidente en la autopista Córdoba-Veracruz cuando el vehículo en el que viajaban fue embestido por un tráiler cuyo conductor se dio a la fuga. Iban rumbo al puerto jarocho para festejar el cumpleaños número 76 de Juan, pero nunca llegaron.

El choque ocurrió a la altura del kilómetro 77, poco después de las 4 de la mañana del sábado 12 de julio. Según los primeros reportes, un tráiler impactó de costado una camioneta con placas de Puebla (SN-33-056), provocando que la unidad volcara y se precipitara a un barranco. En el fondo, con las llantas hacia arriba y el motor aún caliente, quedaron atrapadas ocho personas.

Tres de ellas murieron. Fueron identificadas como José Juan M., de 57 años, quien presuntamente conducía; Teodora B.B., de 70 años; y Julián M.A., de unos 30 años. Cinco más resultaron heridos: un hombre de la tercera edad, una mujer y dos menores, quienes fueron trasladados al Hospital del ISSSTE en Veracruz, donde su estado de salud se reporta como reservado.

La impunidad del asfalto

El conductor del tráiler huyó. Ni placas, ni nombre, ni rastro. Solo la estela de un vehículo pesado que hizo trizas una familia sin frenar. El caso se suma a una lista interminable de accidentes protagonizados por unidades de carga en las carreteras del país, en donde el exceso de velocidad, la fatiga de los operadores y la falta de controles logísticos se combinan con una impunidad que ya parece institucionalizada.

En esta ocasión, ni siquiera hubo una colisión frontal: fue un golpe lateral, sorpresivo, suficiente para desequilibrar la camioneta y lanzarla al abismo. El barranco terminó haciendo el trabajo sucio de un sistema que no regula, no vigila, y apenas reacciona. La Guardia Nacional y los servicios de Capufe llegaron después, como siempre. Los cuerpos ya estaban fríos.

Una celebración que se volvió duelo

La familia, como tantas en el país, organizó un viaje modesto para celebrar la vida de su patriarca. El cumpleaños número 76 de don Juan iba a celebrarse en el mar, con hijos, nietos y comida en la playa. Ahora, las velas que tenían listas serán encendidas para despedir a sus muertos. La tragedia no solo es dolorosa: es obscenamente cotidiana.

El caso está ahora en manos de la Fiscalía General del Estado de Veracruz. La diligencia de levantamiento de cuerpos se realizó ese mismo día, y los cadáveres serán trasladados a Puebla, donde los espera un triple funeral. No hay detenidos. No hay justicia. Solo un silencio que se impone sobre la autopista, y una familia partida en dos por el acero de un tráiler y la negligencia estructural del sistema.

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