La Suprema Corte y su oportunidad de garantizar el futuro de la niñez y el medio ambiente maya
18 de mayo de 2021 – Actualización al 21 de septiembre de 2025
El caso de Homún, Yucatán, ejemplifica esta crisis: una mega granja porcícola, construida sin consulta indígena y con autorizaciones irregulares, ha sido paralizada gracias a la valiente acción de seis niñas y niños mayas. Hoy, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tiene ante sí una oportunidad histórica para consolidar precedentes judiciales que protejan el interés superior de la niñez, el derecho a un medio ambiente sano y la libre determinación de los pueblos originarios. Pero este no es un caso aislado; se entrelaza con una red de violaciones similares en comunidades como Sitilpech, Kinchil, Celestún y Chapab, impulsadas por gigantes como el Grupo Porcícola Mexicano (Kekén) y su contraparte, Granjas Carroll, cuya expansión en regiones como Libres-Oriental, Puebla, replica patrones de contaminación y resistencia comunitaria.El origen de la lucha en Homún: Una violación sistemática de derechosA finales de 2016, sin respetar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –que obliga a una consulta previa, libre e informada para proyectos que afecten a pueblos indígenas–, ni realizar una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) adecuada, la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), aparcera del Grupo Porcícola Mexicano (mejor conocido como Kekén), inició la construcción de una mega granja con capacidad para más de 49 mil cerdos en Homún, un pueblo maya dependiente del ecoturismo en cenotes para su sustento. Esta instalación, ubicada en una zona de recarga del acuífero Anillo de Cenotes –declarada Reserva Geohidrológica Nacional–, amenazaba con contaminar irreversiblemente el agua subterránea, el aire y la salud pública mediante el manejo inadecuado de purines (excretas y orines), que generan altos niveles de nitratos, amoníaco y patógenos.
El pueblo de Homún se organizó de inmediato a través del colectivo Kanan Ts’ono’ot (“Guardianes de los Cenotes”, en maya), bloqueando accesos y exigiendo accountability a autoridades municipales, estatales y federales coludidas con la industria. Estudios independientes, como el de Greenpeace México (“La carne que consume al planeta”, 2020), revelan que de las 257 granjas porcícolas registradas en la Península, solo 22 cuentan con MIA válidas, y al menos 43 invaden zonas protegidas, causando deforestación, salinización de suelos y pérdida de cultivos tradicionales como el maíz y la miel.
En Homún, los olores fétidos y las moscas proliferaron, afectando la salud respiratoria y el turismo, mientras los purines permeaban el subsuelo permeable, envenenando cenotes sagrados para los mayas.
Fue hasta el 28 de septiembre de 2018 que seis niñas y niños de Homún –representados por sus tutores y el colectivo– promovieron un juicio de amparo indirecto ante el Juzgado Cuarto de Distrito en Yucatán, invocando violaciones a sus derechos humanos: a la salud (artículo 4 constitucional), al agua (Ley de Aguas Nacionales), al medio ambiente sano (artículo 4) y a la consulta indígena (artículo 2). La jueza Miriam de Jesús Cámara Patrón concedió la suspensión provisional el 9 de octubre de 2018, paralizando las operaciones. En noviembre de 2020, el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa confirmó la suspensión definitiva, pese a recursos de revisión interpuestos por PAPO y el entonces presidente municipal de Homún, Manuel Jesús Chi Chim.El rol pivotal de la SCJN: Precedentes para la niñez y el principio precautorioEl caso escaló a la SCJN en junio de 2020, cuando la Primera Sala atrajo las revisiones en el Incidente de Suspensión 6/2020, reconociendo su trascendencia para generar criterios novedosos en materia ambiental y de derechos humanos. El 19 de mayo de 2021 –justo tres años después de la demanda inicial–, los ministros confirmaron por unanimidad la suspensión definitiva, priorizando el interés superior de la niñez (Convención sobre los Derechos del Niño) y el principio precautorio: ante riesgos graves e irreversibles, como la contaminación de acuíferos que abastecen al 30% de la población yucateca, la carga de la prueba recae en el proyectista, no en las comunidades afectadas.
A principios de mayo de 2021, en apoyo a los niños de Homún, organizaciones como Earthjustice, el Centro para la Diversidad Biológica, Greenpeace y expertos internacionales presentaron un amicus curiae con evidencia científica: modelados hidrogeológicos muestran que los purines de 49 mil cerdos equivalen a las excretas de 200 mil personas, saturando el suelo con nitratos que superan 10 veces los límites permisibles de la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, y favoreciendo brotes de enfermedades como la influenza porcina (H1N1, originada en granjas similares). Esta decisión no solo mantuvo la parálisis de la granja –vigente hasta 2025–, sino que sentó bases para que el amparo sea un instrumento efectivo contra megaproyectos extractivos.
En abril de 2022, el Juzgado Segundo de Distrito ratificó la suspensión pese a “pruebas falsas” de PAPO, y en febrero de 2024, anuló la MIA por deforestación ilegal de 68 hectáreas de selva mediana subcaducifolia sin autorización. Sin embargo, la resolución de fondo pende, y la SCJN podría aún pronunciarse para clausurarla definitivamente.Una secuencia temporal de resistencia maya: De Homún a la regiónLa lucha de Homún inspiró una ola de acciones en más de 22 pueblos mayas, conectando con el Acuerdo de Escazú (ratificado por México en 2020), que exige participación pública y justicia ambiental. Aquí una cronología clave:
Fecha | Evento | Detalles |
---|---|---|
Octubre 2017 | Consulta indígena autónoma en Homún | 753 votos en contra vs. 40 a favor; primer rechazo formal a la granja PAPO/Kekén. |
Septiembre 2018 | Amparo de los niños de Homún | Suspensión inicial; paraliza operaciones. |
Febrero 2019 | Demanda colectiva en Kinchil | Contra granja Kekén de 12 mil cerdos por contaminación de cenotes. |
Julio 2021 | Amenazas de Kekén en San Fernando, Kinchil y Celestún | Personal de la empresa intimida a comunidades durante fase consultiva; ONU condena violaciones. |
26 Jul 2021 | Fase consultiva en pueblos mayas | San Fernando, Kinchil y Celestún evalúan impactos de mega granjas; exigen autodeterminación. |
28 Jul 2021 | ONU acompaña autoconsulta en Yucatán | Reconoce derecho indígena; monitoreo confirma contaminación en Kinchil y Maxcanú. |
Mayo 2021 | Amicus curiae internacional | Expertos aportan evidencia científica a SCJN. |
19 May 2021 | SCJN confirma suspensión | Unanimidad a favor de niños mayas. |
Octubre 2021 | Exigencia en Sitilpech, Izamal | Habitantes demandan suspensión definitiva de granja Kekén por contaminación de agua y aire. |
Marzo 2023 | ONU confirma daño en acuíferos | Monitoreo en Kinchil y Maxcanú: nitratos de granjas Kekén superan límites. |
Junio 2024 | Profepa multa a 26 granjas | Incluyendo aparceros de Kekén; por violaciones ambientales en Península. |
Septiembre 2024 | Clausura simbólica en Libres-Oriental, Puebla | Comunidades cierran Granjas Carroll por contaminación similar; denuncia impunidad. |
Noviembre 2024 | Acoso de Kekén en Santa María Chi | Denuncias penales contra activistas; amparo contra granja San Gerardo. |
Abril 2025 | Informe Jaltun: Ecocidio en Yucatán | Más de 220 granjas operan ilegalmente; Kekén diluye responsabilidad vía aparceros. |
En Libres, comunidades han clausurado simbólicamente instalaciones en septiembre de 2024, exigiendo inspecciones y moratoria, similar a las autoconsultas mayas. Este paralelismo subraya un modelo industrial que viola el Acuerdo de Escazú y genera conflictos sociales: en Puebla, como en Yucatán, hay amenazas a activistas.
En 2025, con más de 500 granjas en la Península (solo 14 con MIA federal), la resistencia crece: denuncias regionales ante Semarnat y Profepa, y demandas como la de Chapab, que en enero de 2024 solicitó intervención de la SCJN por olores y moscas de una granja Kekén. La ONU y Greenpeace urgen una moratoria total.Hacia un precedente transformadorLa SCJN, al resolver el fondo en Homún, puede afirmar el amparo como escudo contra el ecocidio corporativo, integrando perspectiva de género, intercultural e infantil. Proteger a la niñez maya es salvaguardar el futuro: cenotes limpios para el maíz nativo, selvas intactas para la biodiversidad y comunidades autónomas. Exigimos a autoridades federales (Semarnat, Conagua) y estatales (gobernador Vila) una moratoria inmediata, inspecciones independientes y reparación integral. La voz de Homún resuena: “In wáa’al yetel u k’àatal” (El agua y la selva son nuestra vida). La Corte debe escucharla.Equipo Indignación y Kanan Ts’ono’ot. Contacto: indignacion_dh@protonmail.com (mailto:_dh@protonmail.com)
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