Clausura de Aserraderos Clandestinos en Zacatlán y HuauchinangoLa Procuraduría Federal de Protección al Ambiente llevó a cabo la clausura total de tres aserraderos clandestinos en los municipios de Zacatlán y Huauchinango, Puebla, como parte de un operativo nacional coordinado que involucró a más de 700 elementos de seguridad federal, estatal y municipal durante los días 25 y 26 de septiembre. Estas instalaciones operaban sin licencia ambiental ni certificación que verificara la procedencia legal de la madera procesada, lo que facilitaba la tala ilegal y ponía en jaque la sostenibilidad de los ecosistemas forestales en la Sierra Norte de Puebla.
Durante las inspecciones, se aseguraron 126 metros cúbicos de madera en rollo y 65.5 metros cúbicos de madera aserrada, junto con equipo especializado como sierras, motores, carretillas y rieles para el transporte de troncos, medidas que buscan interrumpir inmediatamente las actividades ilícitas y preservar la biodiversidad regional amenazada por la deforestación.
A nivel nacional, el despliegue abarcó 71 puntos inspeccionados, resultando en 26 clausuras y decomisos significativos que incluyeron 3 mil 793 metros cúbicos de madera, 175 kilogramos de carbón vegetal, nueve vehículos y maquinaria para corte y traslado forestal, con solo ocho entidades —como Aguascalientes, Baja California y Tlaxcala— libres de irregularidades.
Aunque las clausuras en Puebla son temporales, la autoridad ambiental enfatiza una vigilancia reforzada en la zona para prevenir reincidencias, destacando que estas acciones no solo combaten el comercio irregular de recursos, sino que también fomentan la responsabilidad compartida en la conservación de bosques que sirven como pulmones naturales y hábitats clave. Este enfoque integral subraya el compromiso continuo con operativos similares para salvaguardar el patrimonio ecológico del país ante presiones crecientes por la demanda de madera no regulada.
Durante las inspecciones, se aseguraron 126 metros cúbicos de madera en rollo y 65.5 metros cúbicos de madera aserrada, junto con equipo especializado como sierras, motores, carretillas y rieles para el transporte de troncos, medidas que buscan interrumpir inmediatamente las actividades ilícitas y preservar la biodiversidad regional amenazada por la deforestación.
A nivel nacional, el despliegue abarcó 71 puntos inspeccionados, resultando en 26 clausuras y decomisos significativos que incluyeron 3 mil 793 metros cúbicos de madera, 175 kilogramos de carbón vegetal, nueve vehículos y maquinaria para corte y traslado forestal, con solo ocho entidades —como Aguascalientes, Baja California y Tlaxcala— libres de irregularidades.
Aunque las clausuras en Puebla son temporales, la autoridad ambiental enfatiza una vigilancia reforzada en la zona para prevenir reincidencias, destacando que estas acciones no solo combaten el comercio irregular de recursos, sino que también fomentan la responsabilidad compartida en la conservación de bosques que sirven como pulmones naturales y hábitats clave. Este enfoque integral subraya el compromiso continuo con operativos similares para salvaguardar el patrimonio ecológico del país ante presiones crecientes por la demanda de madera no regulada.



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