La Lista 2216 y los Rencores PriĆstas
Un senador que no suelta el control y aun
sangran las heridas de su pƩrdida.
Por Rodolfo Herrera Charolet
En
el corazón de la polĆtica poblana late un entramado que combina viejos odios
priistas, fortunas inmobiliarias y ambiciones que se proyectan hasta 2030.
Desde la muerte repentina de Miguel Barbosa Huerta en diciembre de 2022, el
tablero se reconfiguró con violencia: alianzas que parecĆan imposibles se
consumaron en los pasillos del Congreso local, mientras otros jugadores —los
que se creĆan dueƱos del tablero— quedaron relegados a la grada federal, que
prĆ”cticamente es el exilio polĆtico en la entidad, donde los hilos se sostienen
con presencia.
En
el centro de esta tormenta figuran tres nombres que, por acción o por omisión,
definirƔn en el presente y el futuro inmediato sus alianzas con el poder del
Estado: Jorge Estefan Chidiac, Alfonso Esparza Ortiz e Ignacio Mier Velazco. El
primero, un exdiputado priista de origen libanés que mutó a operador morenista;
el segundo, un exrector prófugo que reaparece en fotos oficiales; y el tercero,
un senador que, desde la CƔmara Alta, mueve sus hilos para fracturar lo que no
puede controlar.
La
relación entre Estefan Chidiac y Alfonso Esparza no es solo de negocios; es un
pacto sellado en el Registro PĆŗblico de la Propiedad y en las sombras de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ambos enfrentados al senador que estÔ
por ver pasar sus mejores dĆas, para precipitarse al abismo que cada vez mĆ”s lo
reclama, iniciada su caĆda tras el acompaƱamiento de su mentor, AdĆ”n Augusto
López HernĆ”ndez que antes del escĆ”ndalo tenĆa el control de los senadores
morenistas en el Senado de la RepĆŗblica. Hoy el poderoso senador y otora
aspirante presidencial, debe cubrir los mĆŗltiples flancos de ataque que se han
abierto, tras las revelaciones de su presunta complicidad con el crimen organizado
en su natal Tabasco.
En
Puebla, por su parte Nacho Mier se enfrenta a la red inmobiliaria y acadƩmica Chidiac-Esparza,
sin el apoyo de los hilos presidenciales. El senador de Morena y excoordinador
de la bancada en San LƔzaro hasta 2024 deberƔ enfrentarse con fuero de Senador,
pero si reflectores ni poder de picaporte presidencial.
Los
hechos actuales evidencian la inteligencia del entonces presidente de la
RepĆŗblica, al no entregar el gobierno del Estado a su amigo y operador de
derrotas, ni tampoco el paĆs a su entraƱable compadre y paisano tabasqueƱo. En su
lugar se decantó a favor de un candidato “todo terreno” y con un largo recorrido
de batallas ganadas y territorio recorrido. En la presidencia de la RepĆŗblica,
la primera mujer de la historia en alcanzar la nominación y el triunfo.
En
los momentos de la gran decisión, el presidente Andrés Manuel López Obrador,
tenĆa en sus manos los informes de inteligencia; por un lado, el escĆ”ndalo de
espectaculares e investigaciones de la UIF que involucraron al entonces
Coordinador de Diputados en San LƔzaro y el de inteligencia militar que
involucró a uno de los hombres fuertes del ex gobernador de Tabasco y en ese
momento secretario de Gobernación.
¿Fue
astuta y sabia la decisión del presidente?
Los
sucesos recientes indican que sĆ.
El
enfrentamiento Chidiac Vs. Nacho Mier
La
guerra de Nacho Mier con Chidiac no es nueva: data de los tiempos en que el PRI
era el poderoso partido de Estado, en donde cada cabeza eran solo un sector o
lĆder encumbrado en las esferas del poder, en donde sus facciones se disputaban
el control. En Puebla, Nacho Mier, alineado con el dogerismo, chocó
frontalmente con el marinismo que representaba Chidiac.
El
rencor se profundizó e hizo pĆŗblico en 2015 con el llamado “Tlacoyogate”.
Arturo Rueda, socio de Mier al frente del periódico Diario Cambio, grabó una
conversación en la que exigĆa 10 millones de pesos a Chidiac a cambio de no
publicar un audio comprometedor.
“No
seas mamador, cabrón, si no vendo tlacoyos”, le espetó Rueda. Chidiac, a su
vez, grabó la extorsión y la presentó ante la FiscalĆa.
El
caso se archivó dos veces durante el morenovallismo, pero en 2022 —con Barbosa
en el poder— se reabrió. Rueda fue detenido en 2023 y liberado meses despuĆ©s
gracias a los amparos federales.
El
conflicto escaló en 2021 cuando la Unidad de Inteligencia Financiera congeló
cuentas de Mier y Rueda por operaciones presuntamente ilĆcitas por 400 millones
de pesos.
Diario
Cambio habĆa recibido contratos millonarios del gobierno estatal durante la
administración de Barbosa, lo que Mier calificó como “persecución polĆtica”.
Chidiac, por su parte, revivió una demanda por daño moral y acusó a Mier de
usar la UIF como arma.
El
clĆmax llegó en mayo de 2022 con el feminicidio de la activista Cecilia Monzón,
quien habĆa demandado a Chidiac por falsificación de firmas en 2018. Horas
antes de su asesinato, Rueda publicó la denuncia completa en su portal. Mier
aprovechó el crimen para vincular a Chidiac con redes de violencia, aunque
nunca se probó su responsabilidad.
El
quiebre definitivo ocurrió en diciembre de 2022. Tras la muerte de Barbosa, el
Congreso local vivió un motĆn orquestado por Chidiac: con 21 votos priistas y
panistas, impuso a Sergio Salomón Céspedes como gobernador interino, bloqueando
la aspiración de Mier de ser el gobernador sustituto o colocar a uno de los
suyos rumbo al 2024.
El
motĆn bloqueó el dogerismo y fortaleció el barbosismo residual, con CĆ©spedes
como puente. El PRI expulsó a Chidiac en 2024 por “traición”, acusĆ”ndolo de
pactar con Morena; Armenta, ya candidato guinda, lo invitó públicamente a
sumarse. Mier respondió con una andanada: lo tildó de operador del Monex y
Fobaproa, resucitando fantasmas de los noventa y ligĆ”ndolo a desvĆos de 145 mil
millones en el Ramo 23.
En
2025, las auditorĆas de la UIF contra Chidiac —impulsadas por Mier a travĆ©s de
AdĆ”n Augusto López, su mentor tabasqueƱo ligado a la “Barredora” y escĆ”ndalos
de corrupción millonarios— terminaron sin cargos. Pero ese enfrentamiento abrió
investigaciones, ahora en contra de ellos mismos.
Chidiac
quedó libre y se alineó con el gobierno de Armenta, militando ahora en el PVEM
como posible operador para 2027. Mier, relegado al Senado tras perder la
coordinación estatal, lo dejó herido, jurando en privado que “las heridas
priistas no cierran con votos”, aun cuando conservó influencia federal al
montarse en el carro completo morenista que lo llevó al Senado y que, de perder,
tambiĆ©n tenĆa garantizado su acceso vĆa plurinominal. Sus mejores dĆas estaban
por concluir, la caĆda de AdĆ”n Augusto a mediados de 2025, le cortó hilos entre
los senadores y ahora entorpece su relación con el Ejecutivo.
En
este tablero, destruir al Barbosismo residual y fracturar la fortaleza de
Armenta-Céspedes, es un asunto prioritario para un Senador que aún aspira a
gobernar su Estado, pasando por alto las indicaciones presidenciales, “No
Reelección” no transmisión del poder entre “familiares”. Entonces… Mier ya no
tiene como primo al gobernador de Puebla… es lejano… es…
Voceros
y filtraciones
Acostumbrado
a tener un medio ejecutor, pero ahora sin el periódico Cambio a su servicio,
dirigió su estrategia hacia escribientes amigos, los mismos que han documentado
—y amplificado— los negocios opacos de Chidiac: desde las empresas omitidas en
su 3de3 hasta el huachicol fiscal de su hijo Charbel Estefan López, investigado
por la UIF en 2023 por 15 millones en “donativos” irregulares.
Las
listas y trascendidos, el rumor y captar la percepción de los lectores en el
sentido deseado, ha sido una de las estrategias que Nacho Mier ha utilizado
hasta el cansancio. La misma que utilizó con millonarios desembolsos en
espectaculares y bardas con su nombre, para dar la “percepción” de que era el
hombre fuerte, pero que carecĆa de polvo en los zapatos por su terror a
ensuciarse o estrechar las manos de los campesinos olvidados. El rumor de que
es el amigo del presidente y que ya se habĆa definido la sucesión en Puebla.
Los mismos rumores que decenas de oportunistas se creyeron y abandonaron a un
aspirante que tenĆa menos espectaculares y recorrĆa diariamente a pie los
mercados de los pueblos. Todos.
La
“Lista 2216”
Como
un intento fallido, la filtración de una presunta lista de 22 funcionarios y 16
alcaldes en funciones, que presumiblemente son investigados por la SecretarĆa
Anticorrupción y Buen Gobierno, expiró a dos dĆas de haber nacido. El panfleto
que se divulgó entre el “cĆrculo rojo” del poder poblano, causó malestar en los
estómagos de quienes ya se han comido algo, pero causó risa al encontrar los
errores bĆ”sicos de cualquier trascendido mal hecho. En la hechura a “modo”
olvidaron el gambito y esa fue la falla.
¿Por
quƩ no incluyeron en la lista los funcionarios o presidentes afines a Nacho
Mier?
Ese
fue uno de los errores.
El
otro es evidente, la SecretarĆa no es FiscalĆa y en el caso de que algĆŗn
presidente municipal no cumpla con la ley y cometa algĆŗn ilĆcito (e.g.
peculado) serĆ” primero revisado por la AuditorĆa Superior del Estado y luego
denunciado a la FiscalĆa. En cuanto a los funcionarios al servicio del Estado,
desde luego que se realizarĆ”n las indagatorias, todo en secrecĆa con un debido
proceso.
AsĆ
que la lista que resultó tonta, evidenció la “mano que mece la cuna” y el gobernador
fue claro al seƱalar “realizada por mentes pequeƱas que pretenden
desestabilizar”
Hoy
la famosa “Lista 2216” goza de cabal sepultura, aunque posiblemente algunos de
los que estƔn incluidos, tal vez sean en un futuro perseguidos, sea porque olviden
que uno de los postulados del nuevo gobierno es “no robar” y si se comen algo
indebido, resulta lógico que se enfermen de … olvido.
¿O
no lo cree usted?


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