Demolición ignorada: Gobierno municipal lleva mÔs de tres años sin actuar contra 26 bodegas ilegales construidas sobre ductos de Pemex
Pese a que desde diciembre de 2021 existĆa un dictamen jurĆdico y tĆ©cnico que ordenaba la demolición inmediata de 26 bodegas construidas ilegalmente en la Central de Abasto de Puebla, el Ayuntamiento capitalino ha postergado su ejecución sin justificación convincente, exponiendo a miles de personas a un riesgo latente.
Estas edificaciones, ubicadas en Avenida Comerciantes y 104 Poniente, dentro de la segunda sección del complejo comercial mÔs grande del estado, fueron levantadas sin licencia de construcción, sin estudio de uso de suelo, sin asignación oficial de número ni planos aprobados. Y lo mÔs grave: sobre ductos activos de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que representa un riesgo estructural, ambiental y humano.
Un documento oficial con expediente 2551/2021, emitido por la Dirección JurĆdica de la SecretarĆa de Gestión y Desarrollo Urbano, firmado por Arnulfo Aureoles Gamboa durante el trienio de Eduardo Rivera PĆ©rez, establece con claridad la ilegalidad de las bodegas y ordena su clausura definitiva y demolición inmediata. El dictamen cita expresamente el ArtĆculo 718, fracción II del COREMUN, que obliga a retirar obras no regularizables y sanciona con clausura definitiva, demolición y multas de hasta 30 UMAs por metro cuadrado.
Riesgo conocido, omisión deliberada
El hecho de que las bodegas hayan sido construidas sobre infraestructura crĆtica de Pemex multiplica el riesgo. SegĆŗn Protección Civil federal, edificar sobre ductos implica una amenaza directa de explosión, fuga de hidrocarburos o colapso estructural. Aun asĆ, la autoridad municipal no ha procedido a ejecutar la demolición, a pesar de tener el mandato legal, el expediente tĆ©cnico y la evidencia.
AĆŗn mĆ”s alarmante es que la obra ya habĆa sido clausurada en septiembre de 2021 durante la gestión de Claudia Rivera Vivanco, pero los sellos fueron violados y la construcción continuó a plena vista de las autoridades. La presunta responsable de la obra es Gloria MĆ©ndez, quien encabeza a un grupo de propietarios que, pese a las advertencias, persistió en edificar ilegalmente en una zona considerada de alto riesgo por la propia autoridad municipal.
A tres aƱos del dictamen, la demolición sigue sin ejecutarse. El actual secretario de Gobernación municipal, Franco RodrĆguez Ćlvarez, ha intentado justificar la inacción argumentando que aĆŗn “no se tiene un dictamen de Pemex”, lo cual contradice abiertamente el expediente existente desde 2021 que ya establece la presencia de ductos de la paraestatal. Esta declaración sugiere una simulación administrativa para encubrir una omisión institucional.
¿Protección polĆtica o complicidad?
El caso abre mĆŗltiples interrogantes:
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¿Por quĆ© el Ayuntamiento ha permitido que opere una infraestructura ilegal en zona de riesgo?
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¿QuĆ© vĆnculos polĆticos o económicos impiden aplicar la ley?
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¿QuiĆ©n protege a Gloria MĆ©ndez y al grupo detrĆ”s de las 26 bodegas?
Las bodegas continúan funcionando sin dictÔmenes de seguridad, sin licencias y con plena tolerancia del gobierno municipal. Esta inacción prolongada no sólo representa un incumplimiento legal, sino una posible responsabilidad penal por omisión, en caso de que ocurriera un accidente derivado de las condiciones de riesgo ya documentadas.
Riesgo colectivo, pasividad institucional
La Central de Abasto de Puebla es un nodo económico estratégico donde confluyen diariamente mÔs de 20 mil personas, entre locatarios, trabajadores, transportistas y compradores. La presencia de ductos subterrÔneos convierte cualquier intervención irregular en un riesgo colectivo.
La negligencia de las autoridades actuales y pasadas —que han tenido pleno conocimiento del expediente 2551/2021— podrĆa tener consecuencias irreversibles. El precedente del mercado de Tultepec (Estado de MĆ©xico) y otras tragedias similares refuerzan la necesidad urgente de cumplir con la demolición ordenada.
¿Y la transparencia?
Hasta ahora, ni el gobierno municipal ha publicado el expediente completo ni ha informado oficialmente los motivos del incumplimiento. Tampoco se ha dado a conocer si existe algĆŗn procedimiento sancionador contra los responsables de haber violado sellos de clausura ni si la FiscalĆa General del Estado ha abierto alguna carpeta de investigación.
En resumen, Puebla enfrenta no solo un problema de construcciones irregulares, sino una crisis de legalidad. El caso de las 26 bodegas ilegales en la Central de Abasto es una prueba clara de cómo la negligencia administrativa, la permisividad polĆtica y la corrupción silenciosa pueden converger en un mismo punto, donde lo ilegal se normaliza y lo legal se ignora.
¿Hasta cuĆ”ndo?
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