Cholula/Ximena Muñoz
La inseguridad en los barrios marginales de San Pedro Cholula asciende alarmantemente a pesar de las promesas de la autoridad municipal por colocar patrullas policiales, cuando la presencia del alcohol se apodera de los jóvenes que incitan riñas entre ellos para terminar dañando el patrimonio de familias en tiendas y casas habitación.
Georgina Eleodora Martínez destacó que los gritos de mujeres y varones se escuchan después de las 7:00 de la noche, principalmente durante los fines de semana, cuando los jóvenes u obreros salen de las escuelas y fabricas respectivamente para dirigirse a tienditas que funcionan como cantinas cerca de la iglesia del barrio.
Y a pesar de las llamadas de auxilio a las patrullas estas nunca llegan, o si lo hacen solo están no más de 10 minutos, para después retirarse, es entonces cuando los obreros ingieren más alcohol y al saber que ya no estaban vigilados, las riñas empezaban hasta por una canción.
Sábados y domingos, los vecinos del barrio de Jesús casi es imposible que duerman, porque la musca de estos lugares en la venta de alcohol, es muy fuerte, que impide que las familias puedan dormir.
Pero el mayor temor de las familias, es el que los jóvenes hagan pandillas que se metan a las casas habitación, a robar el patrimonio de los hogares, además de que abusen sexualmente de las jovencitas, como ha pasado en otros municipios o juntas auxiliares de San Martín Texmelucan, Juan C. Bonilla, y San Jerónimo Tecuanipan.
