Culpan al párroco de Zoquitlán de ser cómplice del robo a la iglesia.

Los pobladores señalan además al presidente electo y estuvieron a punto de linchar a 5 policías.
Luego del millonario robo de arte sacro en la parroquia de San Pedro y San Pablo, en el municipio de Zoquitlán, creció la rabia y la sed de justicia de sus pobladores.

Ayer detuvieron y estuvieron a punto de linchar a 5 policías preventivos,
por no haber evitado el atraco.“Nosotros no vimos nada, 3 testigos que nos vinieron a avisar, fuimos a checar que si robaron, pero fuera de tiempo, no pudimos hacer nada, en otro lado no nos dieron gasolina, no tenemos la culpa nosotros”. Aseguró Antonio Sandoval, policía de Zoquitlán.

Los uniformados, denunciaron que el robo tiene tintes políticos, y que involucra al presidente municipal electo Roberto Bolaños, quien también esta al frente del comité de la iglesia y el párroco Antonio Hernández Barrientos.

Así lo aseguró Alejandro Sandoval, policía de Zoquitlán, “Nosotros sospechamos de que es un auto robo nada más, entre el padre, el sacristán y el presidente electo Roberto Bolaños de aquí de Zoquitlán, -¿Por qué?- porque ellos son los únicos que tienen acceso de entrar a la iglesia y como nosotros somos de una administración del PRD y siempre nos han ahora si atacado bastante”.

Por su parte, el párroco Antonio Hernández Barrientos, negó los hechos y argumentó que son versiones que carecen de pruebas, “Eso es prácticamente imposible, sino de alguna manera no estuviera dando la cara desde el día domingo, que yo llegue al curato a la hora que me dijeron que se había perpetuado el robo y todo estos días hemos estado aquí, el que es candidato electo se presentó el lunes reclamo hacia el”.

Más tarde, Raúl Cortes, agente auxiliar del municipio, informó que en común acuerdo con la población y personal de gobernación del estado, los policías fueron liberados y trasladados ante el ministerio publico de Ajalpan para integrar una denuncia por privación ilegal de la libertad, contra quien resulte responsable.

Por su parte, los pobladores de Zoquitlán, exigieron abrir su templo para pedirle a Dios que les devuelva el oro y la plata de sus patronos de la iglesia.